Contiene en la última página el pequeño dibujo de un polichinela, debajo tiene una frase entre paréntesis en la que se puede leer: No confundirme con el Conde de Romanones.

Dice que ha viajado a Madrid con motivo de la visita de los duques de Malakoff y que ha encontrado la ciudad, por un lado recelosa y, por el otro, entusiasmada ante las conquistas en África, aunque él se manifiesta a favor de esta guerra, y a la que deberían acudir también los portugueses.
Por otro lado, aprueba la idea de Pedro Antonio de Alarcón de escribir novelas y le pide que vaya a Madrid.

Acusa recibo de su carta junto con los libros Ciento y un sonetos y Nueva pragmática, le pide que no tarde en publicar su estudio sobre Barahona, le recuerda que las buenas relaciones de Manuel Reina en Lucena le podrían servir, le agradece su invitación para ser correspondiente de la Academia, le informa que envía adjuntos algunos libros para la Sociedad, le pone al corriente de su trabajo sobre la biografía del Marqués del Aula y le pregunta sobre el coste de formar parte de la Sociedad de bibliófilos andaluces.