Añade que Luis Alfonso, secretario general de la Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, les ha informado del fallecimiento.

Le comunica que llegaron junto a su carta los recibos y la credencial de Guzmán el Bueno, le pregunta quiénes van a ser nombrados socios de la Sociedad Económica de Málaga, le informa el envío de treinta pesetas a través del portador de la carta, Antonio Gamito, y le manifiesta que sus sonetos y otras de sus obras pueden favorecer su entrada en la Real Academia Española.

Justifica el rechazo para recibir la medalla en que “me estorban las grandes cruces y la representación social”, aunque sí aceptaría un “cargo, con obligación de producir”. Incluye el poema Yo soy átomo frágil a quien el viento mueve [...] y alude a la necesidad de trabajar a destajo durante ese mes, a la enfermedad de su esposa [Juana Pacheco] y a que, cuando vaya a Madrid, escribirá la primera página en el álbum de Paulina.

Dice que mandará que le envíen su libro sobre Unamuno y le pide su opinión sobre su artículo de Clavileño.