Añade que recibe con irregularidad el ABC y de tarde en tarde FE de Sevilla, donde le lee, y le pregunta por lo que va a hacer con sus libros inéditos y si ha perdido sus cuartillas durante la guerra. Le pregunta también por su novela y le felicita por su nuevo cargo del que se ha enterado por una carta de su padre. Le dice que está empujando Cántico a una nueva edición, que sus hijos le tienen muy contento pues son de buenas calidad y trabajan mucho, pero que Germaine se adapta peor a la nueva situación. Le pregunta por los amigos.

Añade que la primera parte de Clamor está completa y que seguirá repasándola algunos meses hasta que se publique en México en 1957. Le dice que le lee en ABC y que le va a enviar dos libritos con poemas suyos.

Le pregunta cuándo hará el viaje a Cádiz que tenía programado. Le manda unas cuartillas, un libro de estudios históricos, y le pide que haga la gestión rápido en Espasa-Calpe y le ponga unas letras para calmar la impaciencia de su compañero de Facultad, Diego Angulo.

Añade que Melchor es un andaluz sin Andalucía y él un castellano sin Castilla la Vieja. Los chicos trabajan y le tienen contentísimo, sueñan con Sevilla, como su madre. Él irá pronto a Valladolid.

Le sugiere que vaya a verlo a Sevilla.

Le pregunta si va a publicar su novela y por su madre y hermanas. Le dice que él da doce o trece horas semanales de clase, que ha podido trabajar y dar alguna conferencia. Germaine le ha acompañado y ahora irán los hijos. Le dice que ha escrito a Alfonso Valdecasas y a Pedro Sáinz y le pide noticias de algunos amigos.