Añade que con Alarcón aprendió a admirar Italia y que con Rubén Darío, J. R. J., Zorrilla, Espronceda, Bécquer, Valladolid.

Añade que le echó de menos el verano pasado en Vitoria, y también Gregorio de Altube, que va a afincarse en Bilbao. Le da detalles sobre el curso que entra y sus trabajos de investigación.

Añade sus reflexiones sobre el entremés y el folletín o melodrama.

Añade que no recuerda ningún momento en que Melchor le haya dejado pena ni duda y que en su libro Crítica, le dedica una de sus partes.