Se excusa por la poca valía de su trabajo, pues su familia está envuelta en un torbellino de calamidades y persecuciones en medio de la guerra civil y adjunta la transcripción de un artículo contra las ideas consignadas por Juan M.ª Gutiérrez en la carta con que devolvió el diploma de miembro correspondiente.

Añade confidencialmente que la junta no ha considerado oportuno nombrar a Vicente Arbeláez, arzobispo de Bogotá, académico de número porque los Estatutos limitan a doce el número de académicos y porque el clero ya está representado en la figura de Joaquín Pardo Vergara, adjunta un ejemplar del Tradicionista, comunica la designación de un nuevo secretario, Pombo, y que Pérez será nombrado en abril presidente de la República.

Ruega que le envíe los discursos de ingreso desde Serafín Álvarez Quintero en adelante; y le anuncia que envía el cuarto volumen de las obras de Miguel Antonio Caro.