Añade que fue una lástima que los periódicos no recogieran su última conferencia, en la que estuvo más a gusto; que le ha gustado mucho el refinamiento del libro de Alberti y que se alegra de los buenos augurios para Guillén. Pregunta si Salinas está por Madrid.

Le pregunta si Federico está en Madrid y añade que no respondió a la carta que le enviaron Cossío y él. Le pide que le diga a quién puede escribir en Granada para que haga un encargo a Falla.

Añade los nombres de aquellos que le deben carta y dice que sigue sin noticia de las editoriales. Recibe unos días a Bernabé Herrero en su casa.

Le pide que le dé una invitación a Pedro Salinas y otra a José Bergamín.

Le pide que meta prisa a Bergamín, a Dámaso, a Chabás, a Alberti y a él mismo.

Supone que ya se habrán retomado las reuniones y habrá algún acuerdo editorial y de trabajo. Añade que escribió a Alberti, a Cossío, Salinas y Guillén y a Lorca, que le pidió versos para Soto de Rojas en la inauguración del Ateneo granadino.

Expresa la urgencia de organizar el centenario de Góngora y añade que Fernández Almagro podía encargarse de la recolección de homenajes en prosa, Marichalar de las ediciones y demás asuntos librescos, Alberti de los poetas, Halffter de los músicos y Moreno Villa de los pintores y que Reyes y Artigas ya están en marcha.

Añade que considera que la crítica de la España de sus padres y del ideario ganivetiano es erudita y justa y que le gustaría que tratase la influencia de Ganivet en los actuales.