Toma también nota de la propuesta a la Academia Sueca a favor de la concesión del Premio Nobel a Menéndez Pidal y añade que el trabajo entregado por Irarrazával mereció la más halagüeña acogida, pues sirve de base para la preparación de la siguiente edición del Diccionario.

Expresa su preocupación por el Congreso de Academias y el desaliento que siente al no recibir instrucciones de la Española; opina que debería ir formándose opinión en las Academias Americanas mediante una circular científica o una visita de una delegación, que sería muy útiles para atajar cualquier intento de secesión.

Añade que la Academia Chilena aceptó la invitación, dejando constancia de que todo lo relacionado con chilenismos y americanismos en general, debía ser tratado con la Española. Indica que se envió a la Academia Sueca una nota pidiendo el Premio Nobel para Menéndez Pidal.

Añaden información sobre la incorporación de los señores Maluenda, Pino y Silva Castro.