Añade que la iconoteca del Museo del Prado cuenta ya con una reproducción fotográfica del retrato de Tristán, de gran calidad, encargada por el marqués de Barzanallana, que quizá pueda servir a los intereses de la Academia.

Le pide que disculpe la tardanza, debida a la estación, en la que a las tres de la tarde ya se tienen que encender los faroles y no se ve nada.

Le remite los tres primeros tomos publicados de las obras de Lope de Vega.

Le ruega que revise unas pruebas de una comedia de Lope, que le enviarán de la imprenta de Rivadeneyra.

Se pregunta por el paradero de unos libros que sabe que Menéndez y Pelayo consultó en la Biblioteca Nacional, manifiesta que ha escrito varias reseñas de los libros que le ha enviado, y dice que no publica desde hace tiempo por la enfermedad de su mujer, ya restablecida.