Añade que ha visto lo de La Voz y El Torpedo y le pregunta por la serie de mentiras que se han dicho sobre las colaboraciones de Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Ramón del Valle-Inclán. Le dice que ha enviado a Pérez de Ayala una Lola para que no pueda alegar ignorancia y le pide que las señas de los Ferrandis para enviarles Carmen.

Añade que en el próximo número de Lola, recoge la rectificación de Pérez de Ayala, de la que se alegró sinceramente; que está terminando su compromiso con La Lectura para poder entregarse a sus conferencias de Buenos Aires. Le pide algo para Carmen.

Añade que la Academia Argentina estará representada por [Francisco Luis] Bernárdez y que Gerardo Diego intervendrá en los actos.

Le da la enhorabuena por su ingreso en la Real Academia Española, donde tiene íntimos amigos. Le pregunta por el tema de su discurso, por quién le contestará, por cuándo lo leerá. Añade que su yerno, Steve, le dijo que, de sus amigos de Madrid, él había sido el más amable.

Añade que recibe con irregularidad el ABC y de tarde en tarde FE de Sevilla, donde le lee, y le pregunta por lo que va a hacer con sus libros inéditos y si ha perdido sus cuartillas durante la guerra. Le pregunta también por su novela y le felicita por su nuevo cargo del que se ha enterado por una carta de su padre. Le dice que está empujando Cántico a una nueva edición, que sus hijos le tienen muy contento pues son de buenas calidad y trabajan mucho, pero que Germaine se adapta peor a la nueva situación. Le pregunta por los amigos.

Se reunirán allí Salinas, Bergamín, Gerardo y José María de Cossío. Le espera a él también.

Pide que renueve su agradecimiento a la Academia y a los académicos que firmaron su propuesta y anuncia que remite algunas de sus publicaciones.

Adjunta su currículo de tres páginas.