Cuanto juga la abeja, miel torna, y cuanto la araña, ponzoña
(El) abad de Bamba, lo que no puede comer dalo por su alma
El abad, de lo que canta, yanta
No hay peor abad que el que monge ha sido
Abades, rocío de panes
Acogerse á los que son ménos, es entregarse á ellos
En una sangrienta acción, sin que el número entre cierto, la perdería el que más presto, perdiese la formación
Andar como la abeja, de flor en flor
Cuando chupa la abeja, miel torna, y cuando la araña ponzoña
Muerta es la abeja, que daba la miel y la cera