Contiene una dedicatoria a Pilar Fernández Almagro en la que agradece la recensión de Sembrarse.

Añade que ha visto en Vida sobrenatural lo que escribió sobre la muerte del santo P. Cipriano y que no se siente movida a publicar algo más detallado, pues faltan muchos comprobantes sobre su prisión y martirio. En cuanto a sus versos, no desea que salgan a la luz; le conviene entrar en el silencio de la vida del claustro.

En posdata le pide que le pregunte a su hermano si querría escribir la vida de su padre con el título La vida plural y dinámica del marqués de Santillana, duque del Infantado.

Añade que está dando unas lecturas comentadas de sus poemas en las universidades de Heidelberg y de Bonn. Manda recuerdos a Pilar.

Manda recuerdos a Pilar.

Añade que la gente opina que Granada está muy desanimada, pero que ellos no se aburren nada durante sus paseos por la Alhambra, el Generalife o la silla del Moro.