Añade que la era que se inaugura es de concentración y que sus medios son los errores que han de cometer los partidos monárquicos, que abrirán las puertas y, mientras esto no sucede, cualquier intento de organización será inútil y peligroso.
Le dice que recibió a su cuñado, que le pidió unas cartas para los abogados y procuradores que han de tener los pleitos en la Audiencia y que son las que adjunta; que Loring no piensa variar la respuesta de su representación para litigios en Granada. Envía recuerdos a Fernández Latorre y a Zapatero.