En la ejecutoria constan: el testamento del marqués de Santillana, el de su padre, el almirante de Castilla, la fundación del mayorazgo de la Casa de Mendoza en 1380, y la escritura de mayorazgo del propio Íñigo López de Mendoza.

Se pregunta por el paradero de unos libros que sabe que Menéndez y Pelayo consultó en la Biblioteca Nacional, manifiesta que ha escrito varias reseñas de los libros que le ha enviado, y dice que no publica desde hace tiempo por la enfermedad de su mujer, ya restablecida.

Anotación de la fecha de la junta en la que se dio cuenta de esta carta, 12 de enero de 1928.

Añade que en Mallorca no existen voces, giros o modismos que registrar como provincialismos, sino incorrecciones o vicios esporádicos; también que la observancia de los preceptos reglamentarios no puede ser suplida con la buena voluntad.

Le felicita por su nuevo cargo de secretario y le pide que felicite a Jacinto Octavio Picón por el suyo de bibliotecario; le pide que le diga cuáles de sus obras faltan en la Academia para enviarlas. Le pregunta si recibió sus Páginas mallorquinas.

Añade que ha detectado unas erratas de sus versos publicados en el Boletín.