Carta de Alfredo Medinilla a Julio Casares en la que le solicita una visita para informarle de la gran acogida de la idea del homenaje a José María Pemán, en el que no aparecerá su nombre públicamente, y realizarle algunas consultas que considera de gran interés
Carta de Alfredo Sánchez Bella, director del Instituto de Cultura Hispánica, a Julio Casares relativa a la celebración de una sesión en la Academia para conmemorar el centenario de la elección de Rafael María Baralt como académico de número
Carta de Alonso Reyes Guerra a Julio Casares para acusar recibo y agradecerle el obsequio de su importante obra, que ha recibido a través de la legación española
Carta de Amezúa a Julio Casares en la que le manifiesta que conserva la medalla académica, pero no el título
Carta de Andrés Revesz a Julio Casares al que invita a escribir un artículo sobre los acentos indebidos o sobre la cacofonía, errores que desde hace tiempo nota en la radio
Carta de Ángel González Palencia a Julio Casares en la que acusa recibo de su nombramiento como académico de número y expresa su agradecimiento
Carta de Ángel González Palencia a Julio Casares en la que le agradece el envío de las publicaciones de la Corporación, lamenta que esté agotada la edición del Lope de Marcelino; le pregunta si sabe qué ocurrió con su libro La censura gubernativa en el primer tercio del siglo XIX, y le informa que está a punto de terminar la impresión del libro sobre don Diego Hurtado de Mendoza
Carta de Ángel González Palencia a Julio Casares en la que le informa que no podrá llegar a la primera sesión de la Academia por encontrarse en Paracuellos de Jiloca y ruega se le excuse por este motivo
Carta de Ángel González Palencia, secretario de la Comisión administrativa, a Julio Casares de traslado de su designación como ponente para la redacción del original de la XVIII edición del Diccionario vulgar, con la remuneración de treinta y ocho pesetas la columna
Carta de Ángel Pozo Sandoval a Ramón Menéndez Pidal en la que expresa su pésame por el fallecimiento de Julio Casares, quien contaba con mucho prestigio en los medios filológicos y literarios de la Unión Soviética, así como con buenos discípulos y sinceros amigos
