Los documentos que se conservan en el expediente de José Zorrilla relacionados con su acto de recepción como académico de número nos dan una idea de la implicación del director en las gestiones que se hicieron para que la lectura de su discurso tuviera lugar en el paraninfo de la Universidad Central, lugar con mayor capacidad que el salón de la calle Valverde para acoger al numeroso público que quería asistir.
De nuevo, hay que acudir a los libros de actas para completar la información. El acta de 21 de mayo de 1885 da cuenta de la discusión sobre el lugar en el que debía verificarse el acto de ingreso de José Zorrilla. Tras escuchar las opiniones de varios académicos, se decidió someter a votación la siguiente pregunta: «¿se celebrará la junta de recepción del Sr. Zorrilla fuera de la Academia?». Votaron afirmativamente el director, Aureliano Fernández-Guerra, el marqués de Valmar, Cañete, Silvela, Arnao, Núñez de Arce, Alarcón, Saavedra, el conde de Casa Valencia, Madrazo, Tejado y Balaguer. En contra, Galindo de Vera, Catalina, Menéndez y Pelayo y el secretario, Manuel Tamayo y Baus.
Tras decidirse por el paraninfo, el director quedó encargado de realizar las gestiones necesarias para lograrlo.
Las gestiones resultaron fructuosas pues el 22 de mayo de 1885, el director general de Instrucción pública, el académico Aureliano Fernández-Guerra, dio traslado al conde de Cheste de la orden dirigida al rector de la Universidad Central para que pusiera a disposición de la Academia el paraninfo para la recepción de José Zorrilla. El director dio cuenta del éxito de la gestión y de las medidas tomadas por la comisión de académicos encargados de organizar el acto en el pleno del 27 de mayo.
El acto tuvo lugar el 31 de mayo de 1885. Antes de comenzar la lectura del discurso, se entregó a Ceferino Suárez Bravo la medalla de oro de la Academia como autor de la novela galardonada en el certamen abierto el 18 de diciembre de 1874. El rey Alfonso XII presidió el acto acompañado por las reinas doña María Cristina y doña Isabel y la infanta doña Eulalia. A la ceremonia acudió más de un millar de asistentes y contó con la presencia de los principales representantes de la vida política, social y cultural de la época.
El acta de la sesión extraordinaria indica: «A las dos de la tarde se recibió a la familia real en la puerta de la Universidad. Cumplido el protocolo, el rey ocupó la silla presidencial y abrió la sesión. Los académicos Campoamor y Núñez de Arce fueron los encargados de acompañar a José Zorrilla quien leyó un romance endecasílabo. Seguidamente, concedió el rey la palabra al marqués de Valmar, encargado de leer el discurso de contestación, que no pudo llevar a término al sufrir una repentina indisposición. El rey impuso entonces la medalla académica a José Zorrilla, al tiempo que le dedicó elogiosas palabras destacando sus méritos como poeta».
Celebrado el acto, se enviaron oficios de agradecimiento al rector y al secretario de la Universidad Central por haber procurado que el acto de recepción de José Zorrilla se celebrase en el paraninfo. Se envió también un oficio de agradecimiento en nombre de la Academia a los reyes y a la infanta Eulalia por su asistencia y se pidió una audiencia para agradecerles personalmente su atención.
Desde el 31 de mayo de 1885, Zorrilla asistió a 90 sesiones académicas. El último día que acudió a la junta fue el 30 de junio de 1892.
Covadonga de Quintana y Marcos Merayo, archivo de la Real Academia Española
FUENTES
Archivo de la Real Academia Española, Fondo Real Academia Española, Libro 32 de actas, actas de 21, 27 y 31 de mayo de 1885; Expediente de José Zorrilla, 328 (antigua signatura 21/6).
Fotografía de la cabecera: Paraninfo de San Bernardo a finales del s. XIX. Archivo General de la Universidad Complutense de Madrid, SG-2402.
