La abundancia mata al hambre
La de Abril para mí, la de Mayo para su amo; la de Junio para ninguno
La misma aconciencia acura
Las acciones son más sinceras que las palabras
Liso y llano como la palma de la mano
Llorarte he abuelo, ahora que no puedo
Llorarte he abuelo, ahora que no puedo
Llorarte he abuelo, ahora que no puedo
Llueva para mí Abril y Mayo, y para ti todo el año
Lo que abunda no daña