Le indica que ha dado cuenta a la Academia de la letra de cambio remitida para el pago de los libros de la Academia que pidió a través de Fermín de la Puente y le sugiere que comisione a alguien en Madrid para nuevas compras pues la Academia ha reducido su actividad de venta de publicaciones a su despacho de libros de Madrid. Expresa la felicitación de la Academia por la junta celebrada para la instalación de la Ecuatoriana.

Pregunta si los diecisiete señores correspondientes han de ser numerarios de la Salvadoreña o sus correspondientes en provincias. Añade que remite por conducto del Ministerio de Estado ejemplares de los Estatutos, Reglamento y Anuario y el cuaderno de las Memorias y le informa del fallecimiento de Fermín de la Puente.

El secretario da cuenta de no haberse podido cumplimentar el acuerdo relativo al establecimiento de la Academia Salvadoreña por haber comprobado que Francisco Galindo y Juan F. Cañas no eran correspondientes, por lo que se acuerda indicar a dicha Academia que eleven a la española las propuestas de dichos señores; de la propuesta de la Academia Colombiana a favor de Diego Rafael de Guzmán en la vacante de Joaquín Pardo Vergara y del anuncio de Joaquín García Icazbalceta de la decisión de la Academia Mexicana de retomar el proyecto de escribir la historia literaria de México.

Los académicos propuestos fueron nombrados correspondientes a propuesta de Aureliano Fernández-Guerra, Antonio Arnao y Eduardo Saavedra.