Minuta de la carta de Julio Casares a C. F. Adolf van Dam en la que le agradece la autoridad que ofrece de alborote y le expone la que ya están en los ficheros de la Academia
Mi comadre Marimenga, siempre a pedir me venga
Más vale una abeja que mil moscas
Los dantistas, a quienes el silencio de Dante parece cosa tan inverosímil...
Lo que desea la abeja, y la oveja, no lo vea Valdecorneja
Llorarte he abuelo, ahora que no puedo
Las faenas de lastre y deslastre se harán con las precauciones...