Añade que, en cuanto a la herencia, ya ha hablado con Carrascosa, y le ha dicho que están a la espera de darle forma.

Le pregunta si es nieto del castelarino Melchor Almagro, de populares amores granadinos, de quien conserva una anécdota que fue ruidosa en la ciudad de los Cármenes.

Añade que conoció de su ingreso en su cortijo del campo de Berja donde fue a pasar la Nochebuena con su familia.

Se alegra de que vaya a reeditar su libro sobre Ganivet. Añade que recibirá pronto el Cuaderno III de la cátedra Miguel de Unamuno, el discurso que pronunciará sobre Unamuno y la lengua española y su De esto y de aquello.

Añade que recibió los nombramientos de los jueces municipales y que, a pesar de todo el sigilo mantenido, Romero Robledo se presentó en el consejo de Ministros quejándose al de Gracia y Justicia de que se hubiesen nombrado en el distrito de Granada a jueces no afectos al gobierno, con lo que se armó una gran polvareda y Romero pidió la separación del presidente de la Audiencia.