Quien no sabe de abuelo, no sabe de bueno
Seame yo bueno y herron para mi abuelo
Tu abuelo y el mío tuvieron ocho tobillos
Seame yo bueno, y herron para mi abuelo
La abundancia mata al hambre
La abundancia engendra hastío
En tú abundancia decías que nunca te moririas: dime ahora en que pensabas cuando tanto braveabas; pues te ahogas y te alteras con ocasiones ligeras
De la abundancia del corazon habla la boca
Lo que abunda no daña
Sisa moruna de tres blancas una: sisa de Dios de tres blancas las dos
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