Se queja de la estampa muy ajustada del bueno de Cela, en la que no le menciona, después de todo lo que hizo para que entrara en la Academia.

Añade que no puede aceptar su propuesta de ocuparse de la colaboración de Flores de Lemus en la reforma de Raimundo Fernández Villaverde. Dice que don Antonio llegó oficiosamente al ministerio cuando ocupaba la cartera García Alix y sus primeros trabajos fueron los dedicados a la reforma arancelaria, publicados hace pocos años.

Le confiesa que ha pasado una mala temporada con la muerte de su padre y varios problemas con pintores que son de una egolatría sin igual. Añade que acaba de recibir sus dos últimos libros: Pintura contemporánea y otra que pretende completar el Tapies que editó en Omega hace dos años y medio. Le pregunta si tiene su Diccionario de símbolos tradicionalistas.

Añade que acaba de publicar su novela infantil Óscar espía Atómico y que lleva muy hilvanado el guion de Óscar en las cumbres.

Añade que le ha orientado en lo referente a los poemas de Manuel Machado; que el P. Batllori le ha anunciado su visita desde Roma para mediados de mayo.