Vidriera ubicada, junto con otras tres, en una de las ventanas del Salón de Actos de la Academia. Todas son de temas alegóricos y en forma de H. Fue encargada a Gustave Pierre Dragant (1839-1915) y está datada en 1893.

La vidriera representa a Polimnia, musa de la Elocuencia. En el fondo de la composición aparece la imagen de Mercurio, también considerado dios de la Elocuencia, colocado sobre pedestal o columna que acompaña o protege a Polimnia, cuya figura aparece adornada con motivos florales o elementos vegetales. En la placa que sostiene Polimnia se hace mención a Desmóstenes, Cicerón fray Luis de Granada, maestro de la elocuencia y de la oratoria. Sobre ella, el año en el que fue realizada la vidriera.

Esta vidriera, gemela de otra dedicada a la Poesía, aparece bellamente ornamentada en su contorno por una orla o cenefa plagada de estrellas y símbolos. En las esquinas superiores vemos a un Pegaso en cada lado. Más al centro, encontramos representado el crisol puesto al fuego, emblema de la Academia, y en las esquinas inferiores, el castillo y el león de los reinos de Castilla y León.

El día 14 de noviembre se emitió una prueba de color con un sello de Correos de la serie Vidrieras, ilustrada con la vidriera dedicada a la Elocuencia. Se llevó a cabo a través de un procedimiento de calcografía, Offset y huecograbado en un papel estucado, engomado, mate y fosforescente.
El tamaño del sello fue 40,9 x 28,8 mm. (horizontal) y el tamaño de la hoja bloque: 105,6 x 79,2 mm. (horizontal).

Fragmento de 'marouflage' en el que aparecen dos ángeles con torso femenino sujetando un medallón de oro, en el que, sobre el fondo azul, se dibuja el emblema de la academia, un crisol puesto al fuego, con la leyenda LIMPIA, FIJA Y DA ESPLENDOR.

Fragmento de pintura mural de autor desconocido en la que aparecen dos ángeles con torso femenino sujetando un medallón de oro, en el que, sobre el fondo azul, se dibuja el emblema de la academia, un crisol puesto al fuego, con la leyenda LIMPIA, FIJA Y DA ESPLENDOR.
Este fragmento de pintura mural se encuentra en el techo del Salón de Actos de la Academia.

Vidriera ubicada, junto con otras tres, en una de las ventanas del Salón de Actos de la Academia. Todas son de temas alegóricos y en forma de H. Fue encargada a Gustave Pierre Dragant (1839-1915) y está datada en 1893.

La Poesía, Urania, viste un precioso manto azul, en recuerdo del nombre de su padre Urano (el Cielo), que nos recuerda que la inspiración literaria no se puede adquirir por medio de las artes, sino que procede de orígenes celestiales. Va acompañada de los símbolos iconográficos que históricamente van con ella, aunque falta el cisne que aparecía en el grabado de Palomino en 1726.
Es representada con una corona de flores. Sostiene con la mano izquierda la cabeza de un hombre, y con la derecha un arpa. Aparece sentada con una túnica de flores de lis. Sobre ella, brilla una estrella y sobre ésta, el año en el que fue realizado la vidriera.

Esta vidriera, gemela de otra dedicada a la Elocuencia, aparece bellamente ornamentada en su contorno por una orla o cenefa plagada de estrellas y símbolos. Los bordes de la vidriera y las esquinas están decorados con una serie de dibujos. En las esquinas superiores vemos a un Pegaso en cada lado. Más al centro, encontramos representado el crisol puesto al fuego, emblema de la Academia, y en las esquinas inferiores, el castillo y el león de los reinos de Castilla y León.

Se trata de un reloj situado en lo alta de la pared, del Salón de Plenos de la academia. Está adornado con un fondo oscuro y flores de colores (parecen pintadas a mano) y tiene un marco ornamentado bañado en oro.
Los números aparecen en números romanos y está firmado en el centro del objeto por Williez y Millenet en Madrid.

Retrato de Miguel de Cervantes con vestimenta típica de la época y gorguera rizada blanca sobre un fondo oscuro.
Se encuentra en exposición en el Salón de Actos de la Academia, justo detrás de la mesa presidencial y debajo del retrato de grandes dimensiones de Felipe V.
En la fotografía el cuadro aparece deteriorado, con craquelados en la madera, posiblemente por causa de los cambios de temperatura y humedad. Actualmente presenta otro aspecto tras la restauración realizada en 2016 en el taller de restauración del Museo del Prado.