Añade que recibe con irregularidad el ABC y de tarde en tarde FE de Sevilla, donde le lee, y le pregunta por lo que va a hacer con sus libros inéditos y si ha perdido sus cuartillas durante la guerra. Le pregunta también por su novela y le felicita por su nuevo cargo del que se ha enterado por una carta de su padre. Le dice que está empujando Cántico a una nueva edición, que sus hijos le tienen muy contento pues son de buenas calidad y trabajan mucho, pero que Germaine se adapta peor a la nueva situación. Le pregunta por los amigos.

Añade que la primera parte de Clamor está completa y que seguirá repasándola algunos meses hasta que se publique en México en 1957. Le dice que le lee en ABC y que le va a enviar dos libritos con poemas suyos.

Le pide que escriba a Margarita Bonmatí en Argel y le dice que su amigo Manuel Díez Crespo, director de Falange Española, le ha dicho que iba a pedir su colaboración. Le da noticias de algunos amigos: Manolito Jiménez, Juan Raleja y Jesús Pabón.

Añade que Germaine se encuentra muy bien.

Añade que Pedro Gamero, jefe provincial de la Falange en Sevilla, quiere que se incorpore a la labor de Prensa y Proganda del Estado con frecuentes viajes a París. Manda recuerdos para su madre y hermana y pregunta por su hermana Asunción. Le pregunta también si el único seudónimo que usa es Alvarado y le dice que sabe que vio a su padre.

Añade que le telefoneará a La Época para verse.

Añade que solo aspira a que los miembros de la Comisión lean su obra; no espera el premio. Menciona la publicación de cinco historias cortas y de un ambicioso proyecto de novela histórica sobre la resistencia de los últimos españoles en el Perú virreinal.