En la muerte de Menéndez Pidal. Desde la acera de enfrente, por Toribio Zúñiga Cerrudo
En Burgos, cabeza de Castilla y corazón de España. Los ojos de Franco humedecidos, sin duda, miran lejos. La sombra del Cid, primer capitán de regulares
Medalla conmemorativa del centenario del nacimiento de Ramón Menéndez Pidal
A las Cortes
Copia sin firma del acta del secretario [Rafael Lapesa] de la entrega por la condesa Thora Dardel-Hamilton al director accidental, Vicente García de Diego, de un hueso de cráneo humano que según la tradición familiar perteneció a Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador
Oficio de Roberto Liévano y Carlos Arbeláez Camacho, presidente y secretario de la Academia Colombiana de Historia, al director de la Real Academia Española en el que le trasladan el texto de la proposición de Guillermo Hernández de Alba relativa al fallecimiento de Ramón Menéndez Pidal
Oficio de Ernesto Giménez Caballero, embajador de España, al ministro de Asuntos Exteriores, en el que le informa de la declaración que hizo para La Tribuna sobre el fallecimiento de Ramón Menéndez Pidal, y de la sesión solemne que prepara la Academia Paraguaya de la Lengua
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