Añade que hablaron de su talento, de sus aspiraciones, de los términos en que habría que hablar a la reina [Isabel II] para que que no considerase el incidente del escritor y de sus cualidades frente a Castelar.

A continuación de la firma, aparece la siguiente anotación a lápiz azul: F. Silvela, Ministro de la Gobernación. Contesté que no quería serlo electivo.

Contiene referencias a los planes para viajar a España, a la visita de familiares para pasar el verano, que vió a Cánovas, sobre el príncipe [Alfonso XII], de la irregularidad con que recibe los periódicos españoles, de las noticias sobre el estado deplorable del ejército y se despide demandándole un ejemplar de La Alpujarra.

Hace mención al doctor Benavente, quien está tratando a uno de los hijos de Pedro Antonio de Alarcón, y a que en noviembre comenzará la publicación de [La leyenda del] Cid.