Recuerda que por su españolismo le expulsaron del periódico sin compensarle ni jubilarle, le abrieron un proceso por responsabilidades políticas, le incoaron un juicio de guerra sumarísimo y le obligaron a comenzar de nuevo a los cincuenta años. Y, todavía, el infeliz de Godó se ensaña con él. anuncia la publicación de las Memorias literarias de Narciso Oller, que ha prologado.

Aclara que la obra en castellano de Oliver requiere un volumen completo por su extensión, y que es un proyecto cuyo patrocinio, recuerda, se solicitó a la Fundación Juan March. Le mando los dos últimos premios Aedos, Este otro Rubén Darío y Joan Maragall y le felicita por la aparición del segundo tomo de su Historia política de la España contemporánea.

Añade que la fiesta resultó muy brillante y que sintieron mucho su falta; que Miguel Llor, que formó también parte del jurado, está esperando que se ocupe de él en La Vanguardia, y que él está a punto de publicar Història grisa, de la que le enviará un ejemplar.

Le pide la referencia de la aparición del Cabrera en el ABC. Le adelanta confidencialmente sus obras preferidas de las presentadas al Aedos.

Añade que la parece bien la cifra de tres mil pesetas por el importe del prólogo y que Garcés le escribirá para darle las gracias por el artículo de La Vanguardia.